Una vez más el Chino tuvo una gran responsabilidad en el resultado. Tapó varias pelotas de gol, hasta una doble tapada después de dar un rebote. Fue clave para mantenerse en partido.
En un partido que se hizo cuesta arriba desde el arranque, el arquero Sebastián Saja fue elegído como la figura, tanto de Racing como del encuentro. Si bien se puede cuestionar su posición y reacción en el primer gol de Deportivo Cali, luego salvó a la Academia de la goleada en reiteradas ocasiones.
Se jugaban apenas diez minutos, y el conjunto colombiano ya era más dentro de la cancha. En una jugada a las espaldas de Pillud, una constante durante todo el primer tiempo, Harold Preciado habilitó a Roa, que ingresó por el centro y sacó un remate algo defectuoso, pero con un Saja a contra pierna y saliendo. La pelota picó e ingreso en el arco, y el golero académico quedó sin siquiera alcanzar a tirarse para taparlo.
El partido se complicaba desde temprano y Racing no encontraba el juego. El equipo local llegaba cada vez más y con mayor claridad. Pero allí estaba Saja, tapando primero un remate desde afuera, enviando el balón al corner para no complicarse. Luego cortando algún centro que pudo traer más peligro.Pero la defensa parecía falta de aire, desconectada del medio campo, y entre Aued y Sánchez se hicieron cómplices de la pared entre Preciado y Sambueza, que terminó con remate de zurda al lado del segundo palo del Chino. Esta vez, nada que reprocharle al 1.
Ya estando dos tantos abajo, se seguían cometiendo infracciones cerca del área. De uno de ellos, a los 42, llegó una doble tapada: estirada abajo junto a su palo izquierdo, y en el rebote, reaccionando con un manotazo salvador para que después Pillud la envíe al tiro de esquina. Saja empezaba decididamente a incidir en el resultado. Y en buena hora, porque finalizando el primer tiempo se queda con un mano a mano formidable, esperando la definición y lanzándose sobre su derecha para frenar el ataque rival.
El segundo tiempo empezó con un Racing que mostraba otra actitud, pero aún así, con el equipo más adelantado y teniendo más la pelota, se filtraban ataques y réplicas colombianas. Todo lo que llegaba lo tapaba, y a partir de allí se construyó la confianza para ir a buscarlo. La Academia creció en juego, y por ello las situaciones adversas fueron menos. Pero cuando llegaron con peligro, sea de pelota parada o jugándola, Saja volvió a ser la Muralla China que tantos suspiros hizo soltar a los hinchas de Racing.
Por Lisandro Martín Benzecry | @LM23ok @GloriosaAcade
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