Gran partido de la última línea del equipo de Sava. Reapareció esa solidez defensiva vital en el Racing campeón, comandada por Luciano Lollo.
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| Foto: Archivo |
La nueva era, los tiempos del Colorado, comenzaban con la nostalgia de aquella solidez defensiva que tantas alegrías le dio a Racing. Ya en pretemporada, le convertieron varios goles, costó mantener la valla propia en cero, y eso se extendió a las competencias.
Pero claro, hay un dato no menor que hay que tener en cuenta al hablar de esas estadísticas. Luciano Lollo arrastraba una lesión en el aductor derecho que lo marginó de los primeros partidos al mando de Sava. Y se hizo extrañar. Así lo dejó en claro ayer por la tarde, con una actuación digna de zaguero central de selección.
Que Lollo gana mucho de arriba no es ninguna novedad. De hecho, no lo es tampoco que gane en ambas áreas, ya que tiene varios goles en Primera y también con Racing. Pero cuando al buen juego aéreo se le suman una serie de virtudes, el jugador crece. Y cuando el jugador crece, crecen sus compañeros y crece el equipo.
A partir de la base que brinda la seguridad en el fondo, es mucho más fácil construir hacia arriba. Un tiempista como pocos en el fútbol doméstico, que a su vez es una garantía cuando le toca emparchar algún hueco que le dejan sus compañeros, o bien defendiendo un mano a mano. Un caudillo, una voz de mando que ordena y guía a sus compañeros. Porque no es para nada fortuito el hecho de que Nico Sánchez, quien más veces compartió zaga con Lucho, levantara su nivel significativamente tras la vuelta del cordobés de 28 años. Tampoco es casualidad que Grimi y Pillud lleguen a la línea final del arco rival en una misma jugada.
Ante un Boca que intentó con tibios arranques o toques lejos del área de Ibáñez vulnerar a la defensa, Lollo tuvo la mejor actuación del equipo, y la mejor en su cuenta personal con Sava en el banco. Se mostró siempre como salida, dando pases claros a la siguiente línea para que entre Cerro y Aued construyan el inicio de la ofensiva. Y cuando le tocó buscar un bochazo largo, también cumplió. Alternando salidas a cortar con Sánchez para no quedar descompensados, fueron frenando cada ataque rival. Sólo en una contra que partió de un pelotazo de Meli en el segundo tiempo, Boca pudo poner mano a Chávez con Ibáñez. El resto fue todo mérito del fondo de Racing, que contagió garra a la dupla de volantes centrales para no sufrir más de la cuenta.
Volvió una pieza fundamental, y es de suma importancia de cara a lo que se viene. Pero a no abusar; Lollo viene de jugar todos los partidos desde el clásico ante Independiente, y ayer sobre el final lo sintió. Terminó con una contractura en el gemelo derecho, jugando con la media baja para no presionar la zona. Será tarea del Caudillo y del DT trasladar ese criterio, esa jerarquía a quien deba reemplazarlo ante una rotación que en algún momento llegará por obligación.
Por Lisandro Martín Benzecry | @LM23ok @GloriosaAcade
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