Cuando todo hacia parecer que Racing se traía los tres puntos del Ducó, nuevamente un mal falló arbitral y una floja respuesta defensiva lo deja al conjunto de Ricardo Zielinski con un sin sabor profundo y la sensación fuerte de que así será difícil pelear el campeonato.
¿Y por qué nos arriesgamos a hacer tan contundente afirmación? Fácil; cuando llegó el ruso todos creíamos que se buscaba resguardar el cero tan descuidado en la época de Sava y muy lejos de la realidad, la actualidad de Racing nos demuestra un equipo poco práctico, que no maneja los partidos, que se tira atrás cuando tiene la ventaja y paradójicamente lo hace mal y además le terminan haciendo un gol de contra en el minuto 90, un equipo que teniendo tremendo caudal de nombres se nos hace difícil encontrar un partido de la era Zielinski en que el Racing haya podido demostrar posesión plena. En definitiva no se sabe a qué juega; se defiende mal, no se contragolpea bien o directamente no se contragolpea como el segundo tiempo contra Huracán en el que no se pateó al arco en los segundos 45’,se ataca poco cuando se tiene la pelota y con formulas poco claras, y para colmo los mensajes del técnico son confusos porque mientras él dice no ser defensivo sus cambios dicen otra cosa. Y para cerrar Zielinski no pudo evitar caer en la contradicción en la que incurrieron los últimos dos técnicos de la academia ¿qué hacer con Romero? Todos los llenan de elogios pero siempre es el primer fusible de recambio, cuando la lógica indicaría que lo correcto sería mantenerlo en cancha más minutos, por lo menos eso parecía ser lo que pedía el partido del último domingo alguien que la aguante, que meta un pase y si no está fino el paraguayo por lo menos mantenerlo para que algunos de sus firuletes le cometan faltas y así hacer pasar los minutos.
En fin el desafío del ruso no parece fácil encontrar la identidad de un equipo que está plagado de figuras y navega en mitad de tabla y para colmo se viene el clásico, que es un partido en el que poco importa cómo llegan los equipos pero si importa mucho el resultado, el cual te puede catapultar y hacer que los jugadores encuentren la respuesta anímica o todo lo contrario acelerar el malestar creciente ante el mensaje poco claro del técnico.Por : Carlos Gauna @Gloriosaacade
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