Cocca se sentó en exclusiva con Racingclub.com.ar para hablar de fútbol y dejó bien en claro cuál es su idea para este ciclo que está arrancando. Confiado y entusiasmado, el técnico ya puso manos a la obra.
De lo que hay que hablar. De lo que se debería hablar. O, al menos, de lo que debería hablar un entrenador. Ante cualquier pregunta, la pelota. Ante cualquier interrogante, la pelota. Diego Cocca no tiene problemas en decir lo que piensa porque tiene muy claro qué es lo que quiere que suceda adentro de la cancha. También sabe con certeza que las palabras no bastan para convencer y que será necesario que las ideas se plasmen en la cancha para empezar a torcer el rumbo deportivo del club. Pero acá está porque cree en su propuesta y porque, como sostiene mientras camina por el Cilindro, considera que no hay mejor manera de acercarse a los resultados que apostando por la audacia en el juego. Con la ilusión cargada en la espalda, el nuevo técnico de la Academia charló con el sitio oficial en su primer día en el cargo y puso en conocimiento de todos los hinchas su mirada sobre el fútbol.
Pide el sol porque el viento lo incomoda dentro del banco de suplentes. Pide calma, aunque los acontecimientos lo obligan a ir y a venir de reunión en reunión para sumergirse lo más rápido posible en el mundo de Racing. Pero, pese a que todo le resulta nuevo, pese a que quiere ser parte de la dinámica institucional lo antes posible, Cocca saluda amablemente a cada trabajador con el que se cruza por el estadio y se hace el tiempo necesario para conversar acerca de los planes que tiene para un plantel que regresó a los entrenamientos el mismo día en el que él fue presentado. Jugar, siempre jugar, parece ser su lema para una etapa que apunta a cambiar los tropezones por sonrisas. Un nuevo ciclo se inicia y la esperanza es grande. La argumentación para soñar, está claro, tiene que ver con pensar en clave futbolística.
-La gente vio jugar a Defensa y Justicia esta última temporada pero quiere saber más. ¿Cómo te gusta que jueguen tus equipos?
-Hay que tratar de ser protagonistas con la pelota, de achicar espacios para no dejar que el rival crezca y que te lastime. Y después, cuando tenés la pelota, no hay que tenerla por tenerla sino que hay que buscar los espacios para poder generar peligro.
-¿Por qué te parece importante tener la pelota a la hora de sentar las bases de un equipo?
-Creo que lo más lindo del fútbol es cuando tenés la pelota. ¿O no? Yo crecí jugando y para jugar a la pelota necesitás la pelota, no otra cosa. Y los equipos crecen anímicamente y futbolísticamente cuando tienen la pelota. Esa es mi manera de pensar. No tengo la verdad porque en el fútbol nadie la tiene, pero mi idea es intentar hacer eso. Quiero transmitirle al equipo que sea protagonista con la pelota, que la maneje, que la tenga, que busque los espacios para poder atacar con contundencia. Eso es, en definitiva, para lo que uno tiene la pelota. No para hacer tiempo.
-Los equipos que buscan jugar así suelen tener dificultades ante los adversarios que se meten muy atrás. ¿Cómo se hace para superar esa clase de obstáculos?
-Hay que estar convencidos y hay que tener paciencia. A veces los argentinos confundimos el “vayan para adelante”. ¿Para qué voy a ir para adelante si hay más rivales que del otro lado? Por ahí, conviene dar la vuelta y buscar por el otro sector. Y, si no puedo tampoco por ahí, quizás tengo que tratar de avanzar por el medio. En algún lado se encuentra la vuelta. La clave es ver dónde se puede producir riesgo y para eso hay que hacerlo con la pelota.
-¿Cómo se puede hacer para aclarar esa confusión tan instalada en el fútbol?
-No sé si me interesa tanto explicárselo al público. A mí me importa transmitírselo a los jugadores y que estén convencidos. Si los jugadores están convencidos, el hincha va a venir a alentar y a esperar que el equipo gane. Si nosotros tenemos una idea y un camino para ganar, el hincha va a estar contento. Mi objetivo es que el equipo tenga un camino para ganar y los resultados vendrán solos, como consecuencia de eso.
-Vos planteás que hay que generar ese camino y que los resultados llegarán después. ¿Hay también una satisfacción en el modo en el que se logra el resultado?
-Sí, pero no pasa sólo por eso. Yo siempre digo algo que no se valora mucho en el fútbol argentino: cuando vos encontrás ese camino y ganás, seguramente jerarquizás al plantel y tus jugadores pasan a valer diez veces más que si ganás de contragolpe, encontrando un gol en el último minuto. A lo mejor, los hinchas están contentos porque ganaron pero creo que parte de mi trabajo es agarrar un plantel y dejarlo con más categoría que la que tenía. Para eso, hay que promocionar jugadores y poner a los que no sean conocidos para que valgan más dinero. Yo quiero ayudar al futbolista y considero que esa es la mejor manera.
-Está claro lo que te gusta cuando tenés la pelota. ¿Pero qué pasa cuando no la tenés? ¿Dónde elegís que tus equipos presionen?
-Lo ideal es tratar de recuperarla lo más rápido posible. Si fuiste teniendo la pelota desde sociedades de juego, se supone que, en cuanto la pierdas, vas a tener gente cerca para tratar de quitársela al rival. Y, si no se puede, hay que ser inteligentes y reagruparse para que el otro no pueda atacar cómodo. Si uno convence a los jugadores, un ofensivo puede dar una mano en defensa y, al revés, un jugador defensivo puede romper en ataque. Ese es el compromiso que tenemos que generar.
-Todos los entrenadores dicen que hay que trabajar. Vos también. ¿Pero qué significa para vos trabajar?
-La pelota siempre está porque el trabajo tiene que ser coherente con la manera de juego que uno tiene. Si se quiere jugar con la pelota todo el tiempo y no se trabaja con la pelota, se están haciendo las cosas mal. La pelota aparece siempre y el trabajo es corregir, es mostrar, es hablar, es estar. Es un montón de cosas. Hay que demostrarles a los jugadores por qué y para qué se hacen las cosas. Cuando vos lográs eso y el jugador se convence y va por ese camino, se dice que el trabajo está hecho.
-Varios de los jugadores del plantel, sobre todo los más chicos, llevan muchos años en el club y están identificados con esta camiseta. ¿Cuánto aporta eso?
-Es importante porque, seguramente, valoran el club en el que están. Pero yo digo que hay demostrarlo dentro de la cancha. Vos podés valorar al club pero, si no lo reivindicás cada domingo, lo que hacés es querer estar sin demostrar y eso es un error. Cuando uno llega a un club grande, no se quiere ir nunca. Pero tenés que trabajar día a día para no irte.
-¿Cómo se hace para encontrar un equilibrio cuando hay tantos muchachos jóvenes en el grupo?
-Lógicamente, voy a necesitar jugadores de jerarquía y hay, además, posiciones que exigen experiencia, como sucede con los marcadores centrales. Pero no pasa tanto por la edad como por el tiempo de maduración. Hay chicos de 22 años que están menos maduros que uno de 19. Y ahí está el tema, en ver cómo uno entiende que se puede desenvolver cada jugador sin mirar tanto la edad. Por supuesto que lo ideal siempre es tener un equipo equilibrado entre experiencia y juventud. Cada cual tiene que aportar lo suyo. Yo necesito que los jóvenes tengan unas ganas bárbaras, que los corran a todos, y que los más grandes sean más analíticos. Acá hay muchos chicos y, por eso, los refuerzos serán jugadores que ya demostraron algo. Entonces, ahí achicás el margen de error.
-¿Cuánto creés que va a tardar en verse tu idea en la cancha?
-Es difícil saberlo porque depende del equipo. El fútbol es dinámico y ha cambiado muchísimo. Yo me acuerdo que, cuando era jugador, todos decían vamos a necesitar cuatro o cinco fechas porque estamos duros de la pretemporada. Ahora, en cuatro o en cinco fechas estás afuera. Por eso se ha cambiado hasta la forma de entrenarse. Nosotros vamos a apostar porque el equipo encuentre el funcionamiento lo más rápido posible para empezar la primera fecha, que es la Copa Argentina, con una idea bien clara. Ojalá que los resultados nos acompañen para que el trabajo se potencia y para que el equipo crezca. El objetivo será ser cada vez mejores.
-¿Podés pensar en un proyecto en medio de tanta urgencia o hay que ganarse la legitimidad partido a partido?
-Hoy, pensar en un proyecto en el fútbol argentino es muy difícil y eso es parte de las reglas del juego. Yo vine a buscar que el equipo juegue bien, que el equipo funcione bien y pensar partido tras partido. Si eso me da un proyecto como resultado, sería bárbaro. Uno de Racing no quisiera irse nunca.
Fuente Racingclub.com.ar
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