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Foto:Racingclub |
UNA BÚSQUEDA QUE TERMINÓ EN CERO
Racing lo intentó por todos lados pero no acertó en los metros finales y debió conformarse con un empate ante Estudiantes. La Academia llegó a los 21 puntos y ya no podrá alcanzar el segundo lugar.
El travesaño, Mariano Andújar y la mala puntería se empecinaron en que la victoria se le escurriera de las manos a Racing. Sobraron posibilidades, apareció la actitud de siempre y la vocación de protagonismo no se ausentó. Pero, cuando más falta hacía ganar, cuando la tristeza por la eliminación en la Copa demandaba una caricia al alma, a la Academia le faltó contundencia. Y, entonces, en el Cilindro, el cruce ante Estudiantes, correspondiente a la decimocuarta fecha del torneo, acabó en un empate 0 a 0 que no colmó las expectativas.
Bastaron los primeros segundos para advertir que la intensidad sería protagonista. Los dos intentaron adueñarse de la pelota, plantarse en campo contrario y utilizar todo el ancho del terreno para avanzar. La visita avisó de entrada con un cabezazo de Lucas Viatri que pasó muy cerca. Enseguida, el dueño de casa respondió con una sucesión de ataques que pusieron en serios problemas a Andújar. De hecho, el arquero del conjunto platense debió intervenir de gran manera para evitar que un cabezazo de Nicolás Sánchez se metiera contra el palo derecho. Con el correr de los minutos, la cita fue perdiendo algo de profundidad y ganó en imprecisión. Al equipo de Sava le costó acertar en el pase final y desperdició ocasiones propicias para romper el cero. Videla y Aued batallaron en inferioridad numérica y, por lo general, se las arreglaron para interrumpir el circuito ajeno. Si al descanso se fueron los dos en cero, lo cierto es que Racing estuvo más cerca de merecer más.
Bajó la calidad del juego en el complemento porque la presión impuesta de ambos lados fue agotando las neuronas. Pudo haber convertido Milito por duplicado pero el capitán no estuvo fino en la definición. En un contragolpe con espacios, Facundo Sánchez aceleró por derecha y se encontró con la inmensidad de Ibáñez. La sensación de peligro daba vueltas por el escenario pero no terminaba de instalarse. Sava apeló al banco e hizo entrar a Bou y a Vismara. El esquema táctico se mantuvo y la modorra se sacudió por un bombazo de Acuña que reventó el travesaño. La expulsión de Auzqui, por un codazo contra Gastón Díaz, le dio algo más de impulso a la Academia, que lo fue a buscar hasta final. Noir reemplazó a Vittor y, con un batallón de atacantes, Racing insistió hasta que el árbitro dijo basta. Bou pudo haber convertido pero no se le dio. La Academia, que estuvo bastante cerca, se quedó con las ganas del triunfo. Los aplausos con los que la gente despidió a los jugadores fueron una muestra de que, más allá de los resultados circunstanciales, éste es el camino.
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