Racing no pudo con Atlético Mineiro. Luchó todo el partido, fue superior en gran parte del partido. Ibáñez atajó un penal sobre el final, pero no alcanzó. Se despide del sueño copero con la cabeza en alto.
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| Lisandro López, segundos antes de que le cometan el penal |
La Academia tenía una parada más que brava. Si bien había mantenido el arco en cero en la ida por los octavos de final en el Cilindro, no pudo superar al conjunto galo en Brasil. Jugó bien, logró incomodar en varias ocasiones a la defensa rival, pero no fue suficiente para conseguir el pase a cuartos.
El sabor amargo queda tanto por la forma como por la eliminación en sí. Es que la realidad marca que, si el fútbol se ganara por méritos, Racing hizo más. Pero no. Hacen falta goles, y la pelota no quiso entrar. De arranque Lisandro López encontró su posición, que no estaba definida ya que se movía por todo el frente de ataque con libertad. Pero el continuo adelantamiento del volante derecho rival invitaba a la constante asociación Licha - Acuña. Y por allí llegó la primer chance, pero el remate del delantero castigó la parte externa el primer palo y salió.
Como en casi todos los partidos por Copa, Mineiro abrió el marcador temprano. En una jugada intrascendente en la que ocasionalmente quedó Pillud cubriendo el sector izquierdo de la defensa, arrastrado hasta allí por Lucas Pratto que envió un centro a media altura, llegó el gol del local. Carlos Carvalho le ganó en el anticipo a Grimi, y la desvió por encima de Ibáñez, que cubría el palo más cercano y no alcanzó a reaccionar.
Apenas 16 minutos y el partido se hacía cuesta arriba. Pero pese a la apertura temprana del marcador, Racing no perdió la calma y lo siguió buscando. Con un Licha López que jugó un primer tiempo bárbaro, picante en el mano a mano y dando una mano en la recuperación, logró acercarse y forzar una infracción dentro del área. Justamente Lisandro, a quien le cometieron la falta, fue el encargado de cambiarlo por gol.
Con el empate en un tanto, Racing se estaba clasificando. Pero aún así no dejó de buscar un gol más que le diera la tranquilidad. Aued, hoy capitán, también tuvo un gran partido en cuanto a despliegue y juego. Era quien sacaba al equipo adelante cada vez que los brasileros intentaban jugar en campo académico. Fue el encargado de no permitir que el equipo se tire hacia atrás.
El segundo tiempo arrancó un tanto más complicado, porque los locales intentaron apretar desde el inicio y llevarse por todo delante. Pero era un ritmo difícil de sostener por el orden defensivo que proponían los de Sava, que además soltaba a Acuña y en menor medida a Noir por las bandas, buscando apoyo para el único delantero neto. Romero estuvo algo apagado, y no logró hacerse el conductor, por lo que muchas veces Aued debía adelantarse para colaborar en esa tarea. Por ello, el Colorado dispuso que Bou reemplazara al paraguayo y armar un 4-4-2 clásico.
Pero a los 72 minutos, tras una falta de Nico Sánchez que salió a cortar hasta tres cuartos de cancha, llegó el golpe más duro. Un centro que cayó llovido al segundo palo, Ibáñez se quedó, y Pratto ganó arriba para meter la cabeza y estampar el 2 a 1. Inmediatamente se vino a la cancha Milito en lugar de Noir, que mermó su rendimiento, tal vez algo ofuscado por el doble trabajo que debía realizar en ataque y defensa. La idea de poblar el frente ofensivo suele ser la primer alternativa, pero no siempre la adecuada. El equipo a partir de allí, con sus 3 delanteros de elite y un Mineiro dispuesto a jugar exclusivamente de contra, quedó más desconectado aún.
Sobre el final, el ecuatoriano Fedorczuck sancionó un penal insólito al juzgar una mano de Nico Sánchez. Tras intentar rechazar un centro, en un movimiento instintivo, al caer luego del salto, abrió sus brazos y la pelota que lo había sobrado golpeó su mano derecha. Quedó claro que no hubo intención alguna de tocarla, ni obstruir la trayectoria del balón, pero ya estaba cobrado. Pero para darle algo más de dramatismo, Ibáñez hizo lo que mejor sabe; le contuvo el penal al ex Vélez, y mantuvo viva la ilusión hasta el final.
Pese a la superioridad en el desarrollo, la Academia no logró su objetivo y quedó eliminado de la competencia más importante. Sin chances tampoco en el torneo local, Sava se jugará la última carta intentando ganar la Copa Argentina para obtener la clasificación a la próxima edición de la Libertadores.
El resumen del partido
Por Lisandro Martín Benzecry | @LM23ok @GloriosaAcade
