Apareció el equipo

23:38:00

Triunfazo de la Academia sobre el puntero. Gran actuación del equipo, ratificando lo hecho ante Unión. Difícil encontrar una figura ante un rendimiento colectivo tan alto.

Foto: Racing Club Oficial

Tras un emotivo y merecido homenaje por el reciente fallecimiento del Mariscal Roberto Perfumo, campeón del mundo en el 67 con el recordado equipo de José, comenzó a rodar la redonda. Y con ella, se puso en marcha el principal objetivo en lo inmediato para Racing; descontarle al líder del grupo B por el torneo nacional.

De arranque se vio un equipo ambicioso. Que sabía lo que iba a buscar e iba a hacer todo por conseguirlo. Paciencia para encontrar espacios, cuidando la pelota, sin arriesgar cuando no era necesario. Presión alta, en bloques, y mucha atención para ganar las segundas pelotas. Un rendimiento muy alto en lo individual y en lo conjunto.

Un cúmulo de cualidades hicieron que el equipo de Sava coronara una de las mejores actuaciones, sino la mejor, en lo que va de la temporada. No sólo porque se consiguió la victoria, por ajustada que fuera. Sino porque el rival también juega, y en frente estaba nada menos que Lanús, que se encontraba puntero y a 8 puntos de la Academia. Con sutilezas de Romero, de gran despliegue no sólo en lo ofensivo, sino también comprometido en la marca y la rápida recuperación de la pelota, tirando bochas llovidas a espaldas de los centrales, se pudo inquietar el arco defendido por los de Almirón.

Y así llegó el primero. Cuando caía la persiana del primer tiempo, un pase sin trascendencia en el mediocampo de Lanús que Aued, otro punto alto en Racing, interceptó y le dejó a Milito sobre el vértice derecho del área de Lanús. Diego Alberto, con espacio para lo que mejor le sale, leer el juego, hizo una pausa y lo vio llegar a Romero por el centro. El Paraguayo la paró con la suela, levantó la cabeza, se hizo el hueco y remató de zurda, agarrando a contra pierna a Monetti, el golero granate.


Ya en el segundo tiempo, Racing continuó con la vocación ofensiva, el orden, la presión y el compromiso con el compañero. Tras un golpe que había recibido en el primer tiempo, Pillud intentó pero no pudo continuar en cancha. Otra preocupación en el fondo de cara a lo que viene, y el cambio obligado por Gastón Díaz.

Sin embargo, después de una serie de toques del conjunto de zona sur, llegó el empate a los 73 minutos. Una jugada que parecía terminar en centro de Acosta, que fue cerrado por Voboril y por eso se la guardó, encontró, gracias a un buen movimiento del joven Almirón, una combinación entre él y Sand, que se la dejó servida para definir de zurda al segundo palo de Saja, que nada pudo hacer.


A partir de allí, lejos de caerse en lo anímico, Racing siguió buscando. Con un gran ingreso de Lisandro López por Acuña, con la decisión, casi una obligación, desde el banco de ir a buscar los tres puntos, se generó más peligro. Entendiendo bien la idea propuesta por el entrenador, Licha presionó la salida de Braghieri por la izquierda, y se la llevó. Cuando parecía que la había adelantado demasiado, vio entrar a Milito por el centro del área. El Príncipe la paró con su característica jerarquía, y la cacheteó. Como con displicencia, como en un entrenamiento, con la cara externa del botín derecho, y la puso junto a un palo. Todo en dos toques.


Lanús pareció quedarse sin demasiadas ideas, pero con sus intenciones de no perder puntos en la carrera por el título. De Paul entró por Roger Martínez para tener la pelota, y así lo hizo. Pensó cuando había que pensar, persiguió a los volantes y delanteros granates cuando fue necesario, y llegó al gol gracias a la presión otra vez de Licha López, que fue a buscar todas las pelotas. Pero, pese a ser derribado en el enganche que hizo dentro del área y dejó al volante del Valencia cara a cara con el arquero, el árbitro cobró un off side tan fino como discutible, sin retrotraer la acción a la infracción. El gol fue invalidado.

Sólo en los últimos minutos, Racing pareció desordenarse y tratar de sacar la bocha como fuera. Tal es así que en una jugada sucia, de múltiples rebotes, cuando ya se jugaba tiempo adicionado, Lanús parecía incomodar la defensa local, que finalmente apagó la jugada con un rechazo largo. Unos minutos de sufrimiento no podían faltar. En un partido emotivo, con un final intenso y por momentos de incertidumbre, parecieron recordar aquellos últimos minutos ante Godoy Cruz en el campeonato del 2014.

El equipo del Colorado mostró una gran actitud, y eso se vio reflejado en el juego. Un conjunto muy solidario que quiere pelear en ambos frentes, y sabe cómo hacerlo. Con un banco que responde cuando se lo necesita, con jugadores de gran calidad y jerarquía que parecen entender el juego en conjunto. Una mimo a la ilusión que nunca se apaga en el hincha académico.

Por Lisandro Martín Benzecry | @LM23ok @GloriosaAcade

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