Racing goleó 4 a 1 a un tímido Bolívar. Tuvo solidez en el fondo, buen juego en el medio y contundencia arriba. Una actuación que invita a ilusionarse.
El equipo de Sava tuvo una noche soñada en Avellaneda. Sin Bou y sin Milito en el 11 inicial, la Academia pasó sin problemas su primera parada en la Copa Libertadores.
A partir de la asociación entre Romero y De Paul, se abrieron espacios para manejar la pelota y mover la defensa rival. De esa combinación vino el pase magistral del Paraguayo, por encima y a espaldas de los defensores, para que Licha López, sin tener que controlarla, levante la cabeza y vea al arquero Boliviano saliendo a achicar. Lo siguiente fue jerarquía: toque sobre pique por arriba de Quiñónez que por muy poco no llegó a salvar un defensor.
Apenas pasaron 10 minutos, y Racing ya ganaba 1 a 0 y controlaba el partido, teniendo la pelota y yendo a buscar más. Hasta que a los 27 Roger Martínez, el colombiano que eligió Sava para suplir a Milito, se inventó un jugadón. Entre guapeza y potencia, se llevó la pelota hacia el mano a mano y definió entre las piernas del golero visitante. 2 a 0 y a soñar.
Con un resultado que le daba más espalda, Racing siguió tocando por toda la cancha, moviendo a la defensa y buscando el espacio. Hasta Saja tuvo participación en la tenencia. Toques de primera, espacios cómodos para mirar al compañero y un Romero encendido, que vuelve a picar una bola para Lisandro, que la baja con sutileza y juega el busca pie al segundo palo. Por allí entraba De Paul, que sólo tuvo que empujarla. La Academia estaba goleando en el primer tiempo con gran actitud y juego.
Después del descanso, fue todo cuidar el físico. Rácing salió a defenderse con la pelota, y Bolívar no encontraba la forma de presionar e incomodar. Ya con Acuña en cancha por De Paul, Vismara por Aued y Díaz por Cerro, llegó el cuarto. Tras un error en la salida del conjunto boliviano, Roger Martínez domina con el pecho y toca para Licha. Otra vez mano a mano, pero lo ve llegar a Acuña y se la cachetea. Con displicencia, sin anunciar el toque, casi demasiado suave, para que acuña haga el pase a la red y lo levante a López para la ovación.
Racing ya se mostraba más sereno, pero con algunos arranques vertiginosos. Controlaba el partido y el resultado. Pero aún así, de una distracción en el fondo, una peloa que Pillud no puede cortar, un desborde y el centro fuerte, rasante y al medio para que entre Saja y Sánchez aparezca Arce para meter el descuento. El Colorado y sus colaboradores estallaron de bronca por recibir un gol a tres minutos del final, con todo bajo control.
La Academia selló una goleada de las que ilusionan, tuvo a un Romero muy fino y un López que interpretó a la perfección cada jugada. Y para colmo, Roger respondió jugando el mejor partido en el club. Lindo clima se vislumbra para el domingo, en lo que será el primero de los tres choques ante Boca.
Por Lisandro Martín Benzecry | @LM23ok @Gloriosaacade
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