TRÍO DE CAMPEONES

17:13:00
Maximiliano Bertolino, Neri Ihitz y Nicolás González, figuras del equipo que consiguió el título después de 36 años, estuvieron de visita en el Cilindro y repasaron a fondo la campaña que les permitió alcanzar la gloria. Conocé los detalles de un plantel capaz de superar cualquier obstáculo.

Fue de película. El final fue de película. No hay interpretaciones variadas al respecto: los tres coinciden en el diagnóstico. Ahora, con la tranquilidad de saberse campeones, en el césped de un Cilindro que está vacío, Maximiliano Bertolino, Neri Ihitz y Nicolás González revisan el último partido del torneo con la sonrisa puesta. En ese momento, hubo que sudar y hubo que sufrir para que Racing rompiera el maleficio y saliera campeón después de 36 años. Un tablero encaprichado que dejó de funcionar cuando faltaban tres minutos y 37 segundos para el final obligó a que el cierre del segundo encuentro ante Gimnasia y Esgrima de Lomas de Zamora se tuviera que disputar al otro día y en una cancha neutral. Por suerte, el equipo apareció en el instante justo para no darse por vencido, para quedarse con el triunfo y para adueñarse del título. Y por eso es que la Academia sigue de fiesta.

“Es un sueño. Haber ganado la conferencia sur es un sueño para nosotros. Hace ya cinco años que la venimos peleando. Maduramos mucho en este tiempo y mejoramos notablemente hasta conseguir el campeonato”, señala Bertolino, capitán y símbolo del grupo que dirige Sebastián Intonio. Como buen líder, Bertolino incita a sus dos compañeros a que se trepen con él al travesaño que da hacia la tribuna local para hacer una foto. Ihitz y González no se quedan atrás y, en un segundo, los tres están colgados con las manos en alto. “Nos esforzamos durante todo el año para ser protagonistas. Apostamos por nosotros y eso fue clave para poder pelear. Así es que pudimos barrer todas las series sin regalar ni un partido”, agrega Ihitz antes de dirigirse para el banco de suplentes desde el que Diego Cocca llevó a Racing a la Copa Libertadores 2016.

No es un detalle ser campeón. Y menos todavía para González, que dio la vuelta con una acompañante de lujo: “Nunca pensé que me iba a emocionar tanto por conseguir el título con mi hija al lado. Ver su alegría y escucharla cantar las canciones de Racing me generó un montón de cosas en la cabeza”. A Ihitz, el más joven del plantel, también le tembló el corazón cuando la ilusión se hizo realidad: “Antes que nada, pensé en mi familia. Y después, en todo lo que luché desde que llegué al club con 17 años. La verdad es que haber conseguido esto con Racing es tocar el cielo con las manos”. 

Pero la esperanza no se detiene. Ni un instante. Este fin de semana se viene el Final Four, el certamen que reúne a los campeones de cada conferencia, y la Academia va por más. “Es un torneo de tres días en el que jugás contra tres rivales a los que nunca enfrentaste. Hay que ir partido a partido. Tenemos potencial como para hacerlo. Será fundamental ganarle en el debut a Colegiales”, explica Bertolino con la claridad del que entiende el juego. Mientras se sienta pegado a la estatua de Carlos Gardel, en la platea A, Ihitz aclara que no solamente está de acuerdo sino que, además, cree que hay material como para pensar en conducir a Racing más arriba todavía. González, que los conoce a ambos de memoria de tanto trabajar durante estos años, avala el análisis pero no alcanza a intervenir porque su hijita lo ametralla a preguntas en todos los rincones del Cilindro.

Cuando el sol amenaza con empezar a irse de Avellaneda, el flash de la cámara también comienza a apagarse. Y en ese atardecer de diciembre, hay algo que queda claro en la inmensidad del estadio: Racing tiene un trío de campeones con el que animarse a seguir soñando. 

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