En la última fecha del torneo, Racing igualó 0 a 0 con Tigre en el estadio José Dellagiovanna y no pudo alcanzar el segundo puesto. La Academia, que todavía tiene chances de clasificarse a la Copa Libertadores, terminó el año con 57 puntos.
Con un amor propio digno de elogios, con la voluntad de derribar cualquier obstáculo, Racing se entregó al máximo en la tarde del domingo y estuvo cerca del triunfo ante Tigre. Sin embargo, la Academia no acertó en las jugadas claves y debió conformarse con un empate 0 a 0 que lo obliga a disputar la liguilla para tratar de ganarse un lugar en la próxima edición de la Copa Libertadores. Con este resultado, después de un año intenso, el equipo de Diego Cocca concluyó el torneo con 57 puntos y dejó una imagen que invita a la ilusión.
Ninguno cedió el protagonismo en el arranque porque los dos intentaron imponer condiciones desde el círculo central. Desde lo táctico, hubo una defensa con tres hombres y Luciano Aued se ubicó como mediocampista de contención. Iván Pillud fue y vino por el sector derecho y se paró casi todo el tiempo en la línea de volantes. Diego Milito y Gustavo Bou, de nuevo juntos desde el comienzo, trataron de asociarse sin demasiado éxito. La mejor ocasión antes del descanso para los de Avellaneda fue un cabezazo de Aued a la salida de un córner desde la izquierda. También tuvo una posibilidad Oscar Romero pero el árbitro, luego de una buena definición, anuló la conquista por una supuesta –y polémica- posición adelantada. La respuesta del conjunto local, en el cierre de la etapa inicial, fue un tiro de Facundo Sánchez que pasó cerca del primer poste y un cabezazo que obligó aSebastián Saja a volar. Era necesario, de cara al complemento, ajustar cuestiones del juego para acercarse al gol.
Cocca eligió arriesgar más todavía para ir en busca del triunfo y mandó al campo a Ricardo Noir en lugar de Iván Pillud. Así, con tres delanteros, la apuesta fue agobiar al dueño de casa con gente de buen pie en los metros finales del terreno. El desarrollo, por las características de los jugadores, se tornó de ida y vuelta, con mucho vértigo y sin tanta claridad. Gracias a la potencia de Bou, Racing dispuso de alguna corrida interesante. Tigre tuvo, en un tiro de Martín Galmarini que Saja envió al córner, una buena chance. La decisión del entrenador académico era evidente y el ingreso de Carlos Núñez por Romero no hizo más que ponerla todavía más sobre la mesa. La tercera variante fue la entrada de Mariano Pavone por Milito.
Con energías renovadas, con el compromiso de siempre, la visita no abandonó su vocación de ganar y fue por todo. Núñez pudo haber convertido al recibir un impecable pase de Aued pero falló en la definición. Leandro Grimi y Federico González se fueron expulsados. Fue vibrante el duelo hasta el pitazo definitivo y terminó siendo empate. Racing se fue de Victoria sin los tres puntos pero con la frente en alto. Con hambre de gloria, habrá que pensar ya en la liguilla.
Ninguno cedió el protagonismo en el arranque porque los dos intentaron imponer condiciones desde el círculo central. Desde lo táctico, hubo una defensa con tres hombres y Luciano Aued se ubicó como mediocampista de contención. Iván Pillud fue y vino por el sector derecho y se paró casi todo el tiempo en la línea de volantes. Diego Milito y Gustavo Bou, de nuevo juntos desde el comienzo, trataron de asociarse sin demasiado éxito. La mejor ocasión antes del descanso para los de Avellaneda fue un cabezazo de Aued a la salida de un córner desde la izquierda. También tuvo una posibilidad Oscar Romero pero el árbitro, luego de una buena definición, anuló la conquista por una supuesta –y polémica- posición adelantada. La respuesta del conjunto local, en el cierre de la etapa inicial, fue un tiro de Facundo Sánchez que pasó cerca del primer poste y un cabezazo que obligó aSebastián Saja a volar. Era necesario, de cara al complemento, ajustar cuestiones del juego para acercarse al gol.
Cocca eligió arriesgar más todavía para ir en busca del triunfo y mandó al campo a Ricardo Noir en lugar de Iván Pillud. Así, con tres delanteros, la apuesta fue agobiar al dueño de casa con gente de buen pie en los metros finales del terreno. El desarrollo, por las características de los jugadores, se tornó de ida y vuelta, con mucho vértigo y sin tanta claridad. Gracias a la potencia de Bou, Racing dispuso de alguna corrida interesante. Tigre tuvo, en un tiro de Martín Galmarini que Saja envió al córner, una buena chance. La decisión del entrenador académico era evidente y el ingreso de Carlos Núñez por Romero no hizo más que ponerla todavía más sobre la mesa. La tercera variante fue la entrada de Mariano Pavone por Milito.
Con energías renovadas, con el compromiso de siempre, la visita no abandonó su vocación de ganar y fue por todo. Núñez pudo haber convertido al recibir un impecable pase de Aued pero falló en la definición. Leandro Grimi y Federico González se fueron expulsados. Fue vibrante el duelo hasta el pitazo definitivo y terminó siendo empate. Racing se fue de Victoria sin los tres puntos pero con la frente en alto. Con hambre de gloria, habrá que pensar ya en la liguilla.
fuente:Racingclub.com.ar
La Gloriosa Acadé
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