Luego de la muerte de sus padres, ella quedó como encargada del estadio. Debido a su trabajo en el campo, forjó una relación muy cercana con los jugadores que pasaron por allí durante muchos años. Además fue la encargada de la pensión de los chicos de las inferiores de Racing, por eso se transformó en una especie de madre sustituta, porque para ella los jugadores eran también como sus hijos y así los trataba. Alfio Basile dijo que "Para nosotros fue como una madre, estar con ella y hablar era un placer".
En 1967, en ocasión de jugarse la primera final de la Copa Intercontinental en Glasgow, entre Racing Club y el Celtic, los jugadores le pagaron el viaje y la estadía en la ciudad de Glasgow, donde iba a realizarse el partido. Lo mismo hicieron en Montevideo, donde Racing se consagró campeón. Tita murió el 3 de agosto de 1999.
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